Hola amig@s
Cuando una persona o un animal sufre una intoxicación por una seta, una gran idea es tomar un ejemplar para llevarlo al médico o al veterinario para poder actuar de una manera más eficaz ante dicha urgencia. Eso mismo, pero aplicado a la picadura de una serpiente, debieron pensar unos amigos de la clínica hace unos días cuando acudieron con su perro a la clínica, pero acompañados de la causante de la urgencia, Y VIVA¡¡¡
Mientras paseaban por las proximidades de Viana de Cega, su colega, un tremendo boxer, no tuvo mejor idea que incordiar a esta escurridiza amiga. Tras enredar con ella durante un buen rato, en plena hola de calor y cuando más apretaba el sol, la pobre serpiente ante semejante cabezón, le atacó en varias ocasiones con todo lo que tiene, que no es mucho. Total, que se juntó el hambre con las ganas de comer, el pobre perro acabó medio en shock por golpe de calor, con tremenda congestión y salivación, lo que sumado a la presencia de una serpiente cabreada, hizo que pensaran que había sido mordido y por lo tanto envenenado.
Pero nada más lejos de la realidad. Se trata de una culebra de escalera ( Elaphe scalaris), serpiente totalmente inofensiva salvo que a alguien le ofendan sus inocentes ataques, si bien es cierto que pueden hacer algo de daño los pequeños dientes cortantes de que disponen, pero para nada venenosos.
Total, que tras un periodo de reposo y medicación apropiada para el sofocón que traía, nuestro musculoso boxer se marchó para casa orgulloso de su hazaña.
Un par de cuestiones sobre las serpientes. Primera, recordaros a todos que las serpientes, todas, están protegidas, y que están ahí por algo, nos gusten o no. Por favor, respetarlas, al menos como lo hicieron nuestros personajes, conservando su vida. Y segunda, no es difícil distinguir una víbora de una serpiente inofensiva, importante si queremos evitar sustos. Las víboras tienen la cabeza triangular, esto es fácil salvo que alguna serpiente, como las de agua, tratan de defenderse imitando esta forma de la cabeza cuando se sienten atacadas. Para los que tienen mejor vista, y son más intrépidos, si se fijan en su pupila, deben saber que las víboras tienen la pupila no circular como el resto de serpientes, si no ovalada o estrecha en sentido vertical. Y por último, salvo para los expertos, os diremos que a diferencia de las serpientes, a las víboras se les nota muy bien donde empieza la cola a partir de la abertura anal, ya que tienen un estrechamiento muy marcado, mientras en las serpientes esta zona adelgaza de manera más gradual.
En fin amig@s, aquí tenéis una de esas anécdotas propias de nuestra profesión y de nuestro día a día en el trabajo. Seguro que no será la última que os contemos en las HISTORIAS DE NUESTRA CLÍNICA.
P.D. Muchas gracias a la paciencia y la labor de los agentes del SEPRONA, que tan amablemente nos recogieron a la pobre serpiente para devolverla a la naturaleza.