A continuación os presentamos el último artículo publicado en El Nuevo Arroyo. Confiamos que os guste
Hola amig@s. Recientemente dedicamos un artículo a los conejos y los cuidados básicos que requieren, prestando especial atención a la alimentación, tan importante en ellos. Sin embargo nos dejamos en el tintero dos temas incluidos entre los tres pilares fundamentales en cuanto a las prioridades de una mascota. Nos referimos a la desparasitación y las vacunas.
En cuanto a la desparasitación, fundamental en perros y gatos, en los conejos cobra menos importancia ya que en su caso está únicamente enfocado en su propio beneficio debido a que compartimos muy pocos parásitos con ellos, y por lo tanto apenas requieren tratamientos antiparasitarios como sí lo hacemos con perros y gatos. No obstante se recomienda realizar análisis coprológicos periódicos, al menos una vez al año, pero con idea de detectar la presencia de parásitos que pudieran entrañar peligro para su vida, como son los coccidios.
Otra cuestión son los parásitos externos, pulgas, garrapatas, ácaros,… que en caso de padecerlos, quizás deberíamos pensar cómo hemos podido nosotros introducirlos en su entorno, ya que dado el tipo de vida en que normalmente les tenemos, puramente doméstica, resulta difícil que sean ellos los responsables de haber contraído alguna infestación de este origen.
En cuanto a las vacunas y en respuesta a la pregunta que tantas veces oímos en las clínicas como es, ¿a los conejos también se les vacuna de algo, cuando encima no salen de casa? una vez más tenemos que repetir esa máxima que tantas veces comentamos, ellos no salen de casa, pero nosotros sí, y podemos actuar como vehículo de transmisión de enfermedades muy peligrosas para ellos.
En este sentido, hay que hacer un paréntesis para alertar a todo el mundo sobre la problemática que se está dando en los últimos años sobre las epidemias de conejos, que así se pueden considerar ya, y que nos estamos encontramos en nuestros parques y jardines. Lo que antaño fue una imagen bonita, incluso bucólica, de ver simpáticos conejos pastando a sus anchas por el césped, en los últimos años, como en su día ocurriera con las palomas y otros animales, se está convirtiendo en un riesgo real de transmisión de enfermedades y parásitos. Prueba de ello, es la presencia de garrapatas y pulgas en perros, en meses fríos en los que hasta hace poco era impensable encontrarse, por culpa de pasear en lugares donde campan estos animales. Ya no digamos la incidencia de una enfermedad tan peligrosa como la leishmaniosis, EN PERSONAS, como así ha ocurrido en una localidad madrileña hace apenas 3 años, en la que se demostró la implicación de las colonias de conejos.
Por eso, ahora más que nunca, se hace absolutamente necesario el control de la población de conejos silvestres, y por eso hay que agradecer la labor de aquellas personas que con métodos totalmente naturales y absolutamente respetuosos con el medio ambiente y la vida salvaje, están procurando que estas plagas se mantengan controladas para evitar riesgos a la salud de personas y mascotas.
Dicho esto, los propietarios de conejos enanos, berlier, angora, etc deben saber que son dos enfermedades las que pueden padecer consecuencia de lo dicho anteriormente y contra las que pueden vacunar:
- MIXOMATOSIS: producida por un virus y transmitida por insectos, tanto si pican como si no lo hacen, por material vegetal que sirve de cama, y algunos alimentos.
Produce edemas en párpados, labios y orejas, con secreción purulenta, fiebre, anorexia, síntomas nerviosos y muerte.
- ENFERMEDAD VIRICA HEMORRÁGICA: también producida por un virus que suele manifestarse de manera sobreaguda por lo que las lesiones que produce solo se ven postmortem. La transmisión es por contacto directo y eleva la mortalidad por otras enfermedades.
Hasta aquí un capítulo importante sobre esas mascotas injustamente denostadas en lo que se refiere a las cuestiones de prevención y que paradójicamente viven con el peligro acechando a su alrededor por culpa, curiosamente, de los miembros de su propia especie pero salvajes.