Para todos aquellos que no tenéis acceso a El Nuevo Arroyo, el periódico de nuestro municipio, aquí os dejamos uno de los primeros artículos que publicamos en dicho periódico. En este caso tratamos un tema básico, LA VACUNACIÓN DE LAS MASCOTAS.
Hola amig@s. Como ya os hemos contado en otras ocasiones, los tres pilares fundamentales en los que se basa la tenencia responsable de una mascota son la alimentación, la desparasitación y la vacunación. Pues bien, hoy trataremos este último tema atendiendo sobre todo a los aspectos importantes para los propietarios al tiempo que trataremos, una vez más, de erradicar leyendas urbanas nocivas para todos. No es objetivo de este artículo cuestiones más técnicas como son los calendarios y protocolos de vacunación en los perros y los gatos, ya que además, éstos pueden ser sensiblemente diferentes dependiendo de muchos factores y circunstancias.
1- EL OBJETIVO
El propósito fundamental de la vacunación en nuestras mascotas es evitar el contagio de las enfermedades para las que van dirigidas, no como algunos piensan, evitar el contagio a las personas, claro está, salvo excepciones como es la rabia y alguna más.
Cuando vacunamos, introducimos un germen muerto o debilitado en el organismo para que su sistema inmunológico lo reconozca y cree defensas para luchar contra él. Para que esto se produzca de manera adecuada es necesario que el animal esté en óptimas condiciones, por eso es muy importante que previamente se realice una desparasitación interna de manera apropiada y con productos adecuados para un cachorro, no vale cualquiera. Los parásitos intestinales son causa importante de pérdida de eficacia de la vacuna, al margen de los riesgos sanitarios directos sobre los humanos.
«Antes de empezar a vacunar, el cachorro deberá estar perfectamente desparasitado»
2- EL CALENDARIO
Un punto que debe quedar claro desde el principio, es que en los perros el calendario comienza a las 6 semanas de vida, y en los gatitos a las 8 semanas, no a los 3 meses como erróneamente se suele oír en la calle. Y nunca deberá acabar antes de las 16 semanas en los perros, siempre con al menos 2 dosis de cada enfermedad para asegurar una buena respuesta del sistema inmunológico.
Ya hemos dicho que es fundamental que el cachorro, o incluso el adulto esté correctamente desparasitado frente a los verme internos, pero hay otras condiciones que se deben cumplir para que la vacunación cumpla sus objetivos.
Hay unas indicaciones elementales claras a la hora de vacunar a un cachorro, no es conveniente inyectar ni más ni menos enfermedades de las aconsejadas, ni con más o menos prisa para lograr el objetivo. Por mucho que queramos correr para proteger a nuestra mascota, su sistema inmunológico no correrá más rápido, debemos tener paciencia y evitar los riegos de contagio hasta que tengamos ciertas garantías de que podrá responder adecuadamente a los virus que le acechan.
«Poner dos dosis demasiado próximas en el tiempo con el fin de agilizar el calendario, no es correcto»
La temida parvovirosis, tan frecuente por estas tierras, el famoso moquillo, la hepatitis, la leptospirosis, con implicaciones en el ser humano, la leishmaniosis, que ya os contamos, la leucemia o la peritonitis infecciosa de los gatos, son solo algunas de las enfermedades que pueden ser controladas con la vacunación. Unas veces aisladas, y otras en forma de vacunas polivalentes, según esté indicado, son las más conocidas pero hay muchas más, el coronavirus, el herpesvirus, etc. Sin embargo, como ya hemos dicho antes, no siempre serán absolutamente necesarias.
Ya sabemos que salvo la rabia, que en nuestra comunidad es obligatoria todos los años (antes lo era cada 2 años), el resto de vacunas son absolutamente voluntarias. Sin embargo, que duda cabe que un acto de responsabilidad como es adquirir un perro o un gato, debe estar asociado a la necesidad de protegerle mediante la vacunación.
4- SI NO ES UN CACHORRO
Y de adulto, ¿qué? Pues de adulto, es muy importante un recuerdo anual de las principales enfermedades por mucho que las vacunas aporten una inmunidad que muy posiblemente será superior a ese año. Todos sabemos que la mortalidad de estas enfermedades es muy baja en animales adultos en comparación con los cachorros, pero puede provocar problemas importantes, y a veces, de difícil diagnostico. Además, precisamente, de la misma manera que ocurre con el ser humano, a edades avanzadas, las defensas bajan, y no solo eso, también la capacidad de respuesta del sistema inmune, por eso las personas mayores, igual que nuestras mascotas ancianas, están más expuestas a padecer enfermedades, un ejemplo es la gripe en el hombre.
«La recomendación es la vacunación anual, por mucho que las vacunas puedan aportar una inmunidad más duradera»
En resumen, la vacunación no consiste en introducir el contenido de una vacuna dentro de nuestro perro o gato, es mucho más que eso, es un acto de responsabilidad para el dueño de la mascota, y es un acto que debe ser realizado exclusivamente por profesionales veterinarios si queremos que resulte eficaz, y tenga todas las garantías.