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La combinación de altas temperaturas sin posibilidad de hidratación, puede entrañar consecuencias terribles para nuestra mascota.

Hola amig@s. Por petición de muchos de vosotros, vamos a hacer un alto en nuestra serie de artículos sobre reproducción para hablar de un tema candente, y nunca mejor dicho. Se trata del golpe de calor, una situación verdaderamente peligrosa y muy típica de esta época veraniega.

Estamos hablando de algo que si no tenemos claro, puede entrañar un verdadero riesgo para la vida de nuestra mascota. Por eso, y desde el mundo veterinario, nunca nos cansaremos de advertir a todos los propietarios de mascotas, que no descuiden nunca a su animal dentro del coche en días calurosos y expuestos al sol.

El golpe de calor se produce cuando los mecanismos que todos tenemos para eliminar el calor corporal se ven superados por el calor externo hasta el punto de producirse daños terribles en todo el organismo. Por ello, debemos tener presente que la forma en que los perros o gatos eliminan calor, básicamente es a través del jadeo. De esta manera, y aunque cualquier perro o gato puede sufrir un golpe de calor, los más predispuestos serán aquellos que tengan más dificultad para respirar (bulldog francés, carlino,…) y después los individuos mayores de edad o con problemas cardiorespiratorios, los que toleren mal el calor (razas nórdicas) o aquellos animales más activos o inquietos, propensos a ponerse nerviosos en espacios cerrados o situaciones angustiosas.

Perro en el agua

Nada mejor que un baño con agua fresca para combatir el calor

Una vez más, el mejor método de lucha contra un problema tan serio como es el golpe de calor es la prevención. Debemos estar atentos cuando dejemos a nuestra mascota en un lugar cerrado y con temperaturas altas. El lugar donde por excelencia se suelen producir estos accidentes es en el coche que se aparca en un día caluroso a pleno sol. Lo razonable será evitar esta situación, y si no queda más remedio, hacerlo durante un espacio muy corto de tiempo y con las ventanillas abiertas, e incluso si es posible, dejando agua a disposición de nuestro animal.

Si pese a todo, nos damos de bruces con semejante urgencia, y aun estamos a tiempo de hacer algo, nos encontraremos a nuestro amigo postrado, con la respiración acelerada, las mucosas de un rojo intenso, salivando de manera profusa y sin apenas fuerza para responder a estímulos. Al tiempo que nos ponemos de camino a una clínica veterinaria para que sea atendido de urgencia, hay algo que podemos hacer, y será mojarle con agua templada, no con agua fría, ya que en contra de lo que se pueda pensar, el agua fría no ayudara inicialmente a mejorar la situación. Si al mismo tiempo procuramos dar aire al cuerpo de nuestro animal, facilitaremos que la temperatura vaya bajando gradualmente.

Recordad que los daños ocasionados por un golpe de calor pueden no manifestarse hasta pasadas 24 o 48 horas, por lo tanto, aunque nuestro animal haya superado satisfactoriamente la situación, no estará de más una visita al veterinario para garantizar que esto haya sido así.

Deseamos que nunca tengáis que sufrir una situación como esta y ojala con este articulo hayamos colaborado a que todos disfrutéis plenamente del verano sin ningún tipo de accidente.

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