3 enfermedades que afean a los gatos y que podemos evitar
Hola amig@s. Gracias al soterramiento de los contenedores de basura cada vez es más raro ver esa imagen de gatos encima de los contenedores buscando comida, muchos de ellos gatitos, los cuales, como los amantes de los gatos y la gente más observadora habrán podido comprobar, tenían los ojos rojos, legañas y la cara cubierta de mocos. Es una de las consecuencias de la vida vagabunda, pero que al final termina teniendo consecuencias para nuestro gato si actuamos como vehículo de transmisión de estos gérmenes al interior de nuestras casas a través de la ropa y el calzado cuando pasamos por estas zonas donde hay gatos callejeros.
De todas las enfermedades que dan lugar a estos síntomas mencionados anteriormente, vamos a señalar las 3 principales, sobre todo por un detalle muy importante, podemos evitar su contagio o al menos luchar contra sus consecuencias más graves gracias a una correcta prevención mediante la vacunación.
CLAMIDIOSIS
Se trata de una bacteria, Chlamydophila felis, muy contagiosa y frecuente entre los gatos. Provoca inflamación en los ojos, con conjuntivitis, legañeo, congestión y secreción mucosa e incluso purulenta tanto en ojos como nariz, llegando a cerrar los ojos de los gatitos.
Es responsable de conjuntivitis frecuentes y durante toda la vida del animal, ya que puede llegar a permanecer en el gato durante años, al margen de reinfestaciones por contagio de otros gatos.
Lo importante es que se puede prevenir vacunando a tu gatito, pero debes asegurarte que la vacuna que le inyecta tu veterinario incluye dicha bacteria ya que no todas las vacunas la contienen.
HERPESVIRUS O VIRUS DE LA RINOTRAQUEITIS FELINA
Como su nombre indica, provoca inflamación del tracto respiratorio superior, lo que da lugar a conjuntivitis y descarga nasal y ocular, pero también depresión, estornudos, pérdida de apetito, tos, dificultad para respirar, úlceras de cornea, rinitis y en casos graves neumonía y muerte, sobre todo en gatitos con el sistema inmune debilitado.
Las lesiones que deja una vez superada la enfermedad, pueden predisponer a las conjuntivitis y rinitis a lo largo de toda su vida ya que o bien se cronifica la persistencia del virus o facilita el daño que otros agentes pueden producir en ojos, nariz y garganta.
Una vez más, gracias a la vacuna, podremos luchar y minimizar dichos daños a largo plazo.
CALICIVIRUS FELINO
Se trata de un virus que aunque puede dar lugar a conjuntivitis y rinitis, realmente se caracteriza por los daños en lengua, labios y encías, con úlceras dolorosas, que unidas a la clásica fiebre da lugar a que el gato no coma nada.
Pese a la eficacia de la vacuna contra el virus, se sabe que algunos gatos son portadores durante toda su vida, lo que aumenta el riesgo de contagio entre los gatos, y en cualquier caso, la vacuna colabora en evitar recaídas de la enfermedad.
Aunque estas tres enfermedades por sí solas no tienen por qué ser peligrosas, la realidad es que suelen presentarse asociadas, lo que las hace verdaderamente temibles, sobre todo en casos de gatos muy jóvenes, y no digamos nada si al mismo tiempo ronda el virus de la leucemia o la inmunodeficiencia felina (SIDA felino) muy frecuentes por nuestro municipio.
Vaya por delante que dichos gérmenes no entrañan peligro real para el ser humano, no es razonable alarmar a la gente, por mucho que haya descritos casos de posibles contagios a personas.
En fin, con este artículo lo que pretendemos es, una vez más, animar a todos los propietarios de gatos a que vacunen, y a que de una vez por todas destierren ese comentario tan popular que dice “por qué voy a vacunar a mi gato si no sale a la calle”. Pues bien, nuestro gato no saldrá a la calle, pero nosotros sí, y podemos ser los responsables de que introduzcamos alguno de estos virus o bacterias, e incluso parásitos en casa y que sea nuestro felino quién termine pagándolo.