Hoy recuperamos uno de los artículos publicado hace ya un tiempo en el periódico de nuestro municipio en el que tratamos un tema de gran importancia para muchos de vosotros.
Hola amig@s. Hoy vamos a hablar de un problema propio de perros de razas grandes y que suele estar en boca de muchos amantes de estos perros. ¿Acaso no hemos oído alguna vez eso de que “estos perros se caen mucho de atrás”? Pues bien, nos referimos a la temida DISPLASIA DE CADERA.
La consecuencia a largo plazo de la displasia es una artrosis de la articulación afectada, sea cadera o codo
DISPLASIA, en realidad significa “anomalía del desarrollo”, pero aplicado a las articulaciones, y de una manera didáctica, lo traducimos en “inestabilidad de la articulación”. Esta inestabilidad se traducirá en que los perros con displasia tendrán problemas al caminar hasta el punto de impedírselo por culpa del dolor.
La ausencia de displasia en los padres de un cachorro NO garantiza que el cachorro no pueda padecerla
Además del factor genético, son importantes otros factores que evitan el agravamiento de los síntomas de la displasia en nuestro perro. El ejercicio excesivo antes del primer año de edad, la obesidad, o las dietas hipercalóricas, así como los piensos mal balanceados en minerales fundamentales como el calcio y el fósforo, son aspectos a los que deberemos prestar mucha atención en nuestro cachorro.
Existen pruebas analíticas de tipo genético para determinadas razas muy fiables para el diagnóstico de displasia
Un punto importante es el diagnostico precoz. Para ello, sigue siendo clave la radiografía. Aunque oficialmente, la radiografía de displasia se deber realizar entre los 12-14 meses de edad como mínimo y según las razas, lo cierto es que es muy recomendable hacer esta radiografía con 4-8 meses, si queremos tener alguna opción de poder resolver el problema. Dicha radiografía deberá ser realizada mediante sedación o anestesia, por lo que resultará muy interesante aprovechar el momento para descartar el mismo problema de displasia, pero en los codos, enfermedad tan seria como la de cadera si no se reconoce a tiempo.
Mediante la técnica Penn-Hip se puede diagnosticar la displasia de cadera de manera más precoz que con las radiografías convencionales
Una vez demostrado la presencia de displasia, si esta es leve y se trata de un cachorro, estaremos a tiempo de intentar un tratamiento conservador o médico, pero si no es así, con toda seguridad será necesario recurrir a la cirugía.